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EMPRESAS DE BASE TECNOLÓGICA
Bionirs: una empresa del CONICET dedicada a mejorar el diagnóstico del cáncer de mama
Avanza en el desarrollo de un mamógrafo que funcionará con luz infrarroja inocua.
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En 2017, Nicolás Carbone, doctor en física e investigador del CONICET, publicó su tesis con resultados de investigaciones que sugerían la posibilidad de utilizar luz infrarroja (IR) inocua, en lugar de radiaciones ionizantes como los rayos X, para detectar de manera temprana cáncer de mama.
Estos hallazgos y posteriores estudios de Carbone y colegas, publicados en revistas científicas internacionales, revelaron la posibilidad de desarrollar un innovador equipo para el diagnóstico temprano del cáncer de mama y derivó en la creación de Bionirs: una Empresa de Base Tecnológica (EBT) del CONICET que desarrolla tecnologías basadas en luz infrarroja aplicadas al diagnóstico y al tratamiento biomédico y ahora está avanzando en el desarrollo de MamoRef, un mamógrafo capaz de obtener imágenes de tejidos humanos con luz roja e infrarroja (en vez de radiación), y no invasivo, es decir, que no requiera la compresión externa de la mama.
Bionirs se creó a finales de 2019, cuando Carbone y otros especialistas del CONICET del grupo de Óptica Biomédica del Centro de Investigaciones en Física e Ingeniería del Centro de la Provincia de Buenos Aires (CIFICEN, UNCPBA-CICPBA-CONICET) llegaron a un acuerdo de inversión con el CITES (Centro de Innovación Tecnológica, Empresarial y Social del Grupo Sancor). Además de su idea inicial, diseñaron MamoRef para crear imágenes que aporten información metabólica para determinar si una lesión es maligna o no disminuyendo, de este modo, el número de biopsias. La tecnología se encuentra en las primeras etapas de validación clínica.
“Vimos que nuestros trabajos de investigación tenían un horizonte de transferencia cercano y aprovechamos la oportunidad. Trabajamos con miembros de otras disciplinas también, que aportaron una mirada esencial para el desarrollo de la EBT, pero la semilla germinó en un grupo de investigación formado por físicos entrenados para la Academia y la docencia”, señala Carbone.
El investigador del CONICET destaca que por su bajo costo MamoRef será accesible y que con su desarrollo buscan mejorar la detección temprana del cáncer de mama para aumentar las posibilidades de cura. Y agrega: “El cáncer de mama es uno de los tumores con más incidencia: una de cada ocho mujeres va a sufrir este tipo de tumor en algún momento de su vida y cerca del 30 por ciento de las pacientes llega al consultorio cuando el cáncer de mama está avanzado. Con nuestra tecnología queremos ayudar a resolver esta problemática”.
Nicolás Tognalli, Fundador y Socio Gerente de CITES, explica que decidieron apoyar a Bionirs porque “era una excelente oportunidad de inversión, ya que aborda un problema médico de alta prevalencia a nivel mundial, con una promisoria ventaja en su performance frente a las alternativas. La compañía está desarrollando su estrategia de Propiedad Intelectual y cuenta con un equipo científico altamente calificado”.
Una tecnología innovadora
Los métodos tradicionales de formación de imágenes mamarias, ecografía y mamografía que emplean rayos X son muy buenos para detectar anomalías, pero no tanto para clasificar su malignidad, puntualiza Carbone. Existe un agujero grande en los protocolos de screening, diagnóstico y seguimiento del cáncer de mama, dice. Como consecuencia, existen estudios que muestran que del conjunto de mujeres que pasan por todo ese proceso diagnóstico, incluyendo biopsia, entre el 60 y el 80 por ciento no presentan patología maligna. “Es un número muy grande de mujeres que pasan meses haciéndose estudios o seguimientos con la sospecha de un posible cáncer cuando, en realidad, están sanas. Con todo lo que eso implica en cuanto a costo emocional y económico para la paciente y el sistema de salud. Esto sucede porque no hay buenos sistemas de diagnóstico que permitan descartar o confirmar casos que son dudosos, y es importante evitar falsos negativos”, indica el investigador. Y agrega que con MamoRef se pretender simplificar ese proceso de manera rápida y no invasiva.
La mamografía de rayos X, además, es un proceso que puede ser doloroso y traumático para muchas mujeres. Hay estudios que muestran que entre el 20 y el 50 por ciento de las mujeres que se hacen una mamografía con rayos X de control no vuelve a hacerse una segunda hasta tener síntomas debido a la mala experiencia del proceso, advierte el especialista del CONICET. “Esto puede terminar retrasando el diagnostico de una patología. Sumado a esto, no existen buenos sistemas para poder hacer el seguimiento continuo de la evolución de un tumor maligno bajo tratamiento. Por buenos nos referimos a sistemas que le permitan al profesional médico evaluar en tiempo lo más real posible la efectividad del tratamiento administrado en cuanto a crecimiento o actividad metabólica del cáncer. Nuestra tecnología apunta a resolver eso”, señala.
El investigador subraya que es importante seguir incentivando a las mujeres a hacerse los estudios de rutina con la frecuencia indicada por su médico porque son las herramientas disponibles en la actualidad. “Pero sí muestra que hay aún problemas por resolver en el diagnóstico y seguimiento del cáncer de mama. Con nuestra tecnología pretendemos mejorar los diagnósticos y el seguimiento de los tratamientos”, asegura.
Fundación de Bionirs
Bionirs surgió cuando Carbone y otros investigadores del CONICET del grupo de Óptica Biomédica del CIFICEN como Juan Pomarico, Daniela Iriarte, Victoria Waks-Serra, Héctor García y Demian Vera participaron en 2017 de un concurso de ideas innovadoras local llamado Prendete.
“Nos presentamos con una idea muy verde de desarrollar un mamógrafo óptico y nos fue bien, quedando entre los proyectos ganadores. Esto implicó contar el proyecto desde una perspectiva muy distinta: pensar en cosas como mercado, clientes, costos, regulatoria y otros aspectos”, explica Carbone.
A continuación, los investigadores se presentaron al IB50k, una iniciativa similar desarrollada por el Instituto Balseiro con llegada nacional. “Nos fue, nuevamente, muy bien. Esto nos convenció de que este podía ser el camino. Además, fue una vidriera muy importante ya que nos permitió ser vistos por el Centro de Innovación Tecnológica, Empresarial y Social del Grupo Sancor (CITES) que se interesó por nuestra propuesta”, señala Carbone.
A finales de 2019, los especialistas del CONICET del grupo de Óptica Biomédica del CIFICEN llegaron a un acuerdo de inversión con CITES y fundaron la empresa Bionirs. De esta manera se comenzó con el desarrollo tecnológico de los primeros prototipos de MamoRef y la empresa empezó a funcionar formalmente a mediados del 2020, en plena pandemia.
“Durante todo este proceso tuvimos que adquirir experiencia empresarial y, prácticamente, aprender un nuevo idioma y una nueva forma de interactuar con los actores del sistema al cual nos queremos integrar. Este trabajo lo lleva adelante en gran parte la CEO de la empresa, Pamela Pardini, pero el resto del equipo también tuvo que hacer una adaptación importante”, afirma Carbone.
En 2023 se hicieron pruebas clínicas de validación de MamoRef en el Hospital Privado de la Comunidad en Mar del Plata con resultados alentadores. Ahora se está iniciando una segunda tanda de estudios de validación en Intecnus, Bariloche, y tratativas para sumar más centros médicos y hacer más estudios clínicos con el fin de demostrar la eficacia la tecnología, lograr su aprobación por ANMAT y transferirla al mercado.
Uno de los puntos en los que CITES trabaja arduamente cuando fomenta el desarrollo de startups científico-tecnológicas es la estructura de gobierno corporativo para profesionalizar esta área desde el momento cero, explica Tognalli. Y agrega: “Generalmente se asigna una persona de nuestro equipo para definir la estrategia, hacer el seguimiento de los avances y colaborar con la compañía en procesos como el de fundraising o el networking para que puedan testear su tecnología”.
CITES, indica Tognalli, considera que existe una oportunidad enorme en el país para el desarrollo de startups que tengan a la ciencia como el centro de sus negocios. Y continúa: “Las capacidades instaladas existentes son enormes, los recursos humanos son excelentes, y el nivel de desarrollo tecnológico se encuentra al mismo nivel que países más desarrollados. Cuando comenzamos este camino no existía en el país ningún jugador que esté explotando todas estas capacidades que teníamos. Había un gran océano azul, que tuvo como contrapartida un gran esfuerzo y consistió acercar la ciencia al mundo de los negocios”.
“Desde el Grupo de Óptica Biomédica, que es de donde nace Bionirs, estamos también investigando el uso de luz para evaluar el flujo sanguíneo de la corteza cerebral, para hacer un análisis funcional o detectar posibles patologías. También estamos explorando otros usos cómo por ejemplo para evaluar perfusión sanguínea en injertos de piel”, puntualiza Carbone. Y concluye. “Estos desarrollos están en etapa de investigación, dentro de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires y el CONICET, pero pueden ser otra vertical de Bionirs en el futuro”.
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