INVESTIGACÓN, DESARROLLO Y VINCULACIÓN

Investigación geológica, territorio y vínculo con la minería: el trabajo del IBIGEO que articula ciencia, formación y transferencia

Desde el Instituto de Bio y Geociencias del NOA (CONICET– Universidad Nacional de Salta), un grupo de investigación en geología y volcanología fortalece la producción científica, el trabajo de campo en ambientes extremos y la transferencia de conocimientos al sector minero, a través de cursos especializados, servicios técnicos y una intensa dinámica de formación y colaboración.


Parte del grupo de trabajo de izq. a der.: Olivia Arenas, Macarena Parra, Raúl Becchio (director CCT Salta Jujuy), Mirta Quiroga, Walter Baez, Lorenzo Bardelli y Marcelo Arnosio.

Volgrym (Volcanología, Geotermia y Yacimientos Minerales), es un grupo integrado por investigadores e investigadoras y becarios y becarias del CONICET que pertenecen al Instituto de Bio y Geociencias del NOA (IBIGEO, CONICET–Universidad Nacional de Salta). Está conformado por integrantes del organismo que desarrollan tareas de investigación en tres líneas principales: volcanología, geotermia y yacimientos minerales.

El eje conductor del trabajo del grupo es el estudio del magmatismo y la volcanología como ciencias básicas orientadas a comprender los procesos naturales de formación del magma y su contexto geodinámico. A partir de ese conocimiento, el grupo busca una rápida transferencia hacia la sociedad. En ese sentido, el investigador parte del equipo de trabajo y con becarios/as a cargo, Walter Báez, explica: “Las ramificaciones son, en el caso de la volcanología, todo lo relacionado a la peligrosidad y riesgo volcánico, que se trabaja también en conjunto y en colaboración con las instituciones responsables de esas temáticas en Argentina, como el Servicio Geológico, el Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica y el Servicio Meteorológico, entre otros”.

Otra de las líneas aplicadas es la geotermia, directamente vinculada con la volcanología y el magmatismo, pero también estratégica en el marco de la transición energética y el desarrollo de energías renovables. En paralelo, el grupo investiga yacimientos minerales con un enfoque orientado a la transferencia social, desarrollando estudios que contribuyen a la prospección de recursos estratégicos, tanto metalíferos como no metalíferos. En este punto, Báez destaca la relevancia de minerales críticos como el litio y el cobre, fundamentales para los procesos de transición energética.

En relación con la aplicación de estos conocimientos, el investigador subraya: “Toda la generación de conocimiento de base puede ser aplicada brindando lo que conocemos como servicios externos a través de los STAN”. Entre ellos se incluyen servicios especializados como descripciones petrográficas, mapeo y caracterización geológica de regiones, a lo que se suma una fuerte línea de capacitación. “También se brindan cursos especializados para empresas, por ejemplo, en la industria minera, donde muchos de los yacimientos metalíferos están asociados a sistemas volcánicos en el ambiente andino”, explica Báez, y agrega que el conocimiento en volcanología “es muy requerido por los profesionales mineros porque es un complemento importante para el desarrollo de sus actividades diarias”.

Estos cursos, que el grupo organiza desde hace más de 30 años, convocan a estudiantes de posgrado, docentes, personal de organismos gubernamentales, profesionales de empresas mineras y grupos de investigación de otros países de Latinoamérica. En los últimos años, además, el grupo adaptó esta formación académica a las necesidades específicas del sector productivo. “En los últimos años, y particularmente este año, generamos un mecanismo extra que fue brindar una especie de equivalente de ese curso, pero más enfocado a las necesidades de las empresas, a través de los STAN”, señaló el investigador. Se trata de cursos de posgrado que fueron “empaquetados” y ofrecidos a la industria con un enfoque más claro, más personalizado, una experiencia que, según destacó, “ha sido bastante exitosa”.

Como ejemplo, mencionó el trabajo realizado con la empresa Vicuña, en San Juan: “Tuvimos un caso muy, muy bueno con esa empresa y ya tenemos propuestas de otras empresas para hacerlo el año que viene”. Este vínculo con la industria, explicó, genera múltiples beneficios: “Por un lado uno ofrece conocimiento, pero recibe conocimiento, entonces es un aprendizaje permanente”. Además, permite generar recursos financieros que ayudan a sostener la actividad científica y construir redes de contacto que derivan en nuevos servicios, como consultorías, análisis petrográficos y geoquímicos, tareas de mapeo, teledetección y uso de drones. “A veces estos cursos de capacitación son los que gatillan toda una otra red de servicios”, resumió.

El campo como espacio central de investigación

El trabajo de campo es un componente esencial de la actividad del equipo de Volgrym. “Es un grupo de investigación de geólogos, o sea que el elemento central o el objeto de investigación está afuera, está en el campo”, explicó Báez. Las campañas permiten realizar tareas de mapeo y recolectar muestras que luego se analizan en laboratorios del país y del exterior, gracias a una red de vínculos internacionales que facilita el acceso a datos analíticos que “a veces son difíciles de conseguir en Argentina”.

Gran parte de estas investigaciones se desarrollan en ambientes de alta montaña, especialmente en la Puna, un territorio “bastante extremo, climáticamente, por la altura y por la logística”. Por ese motivo, la planificación y la seguridad son aspectos clave: “Intentamos movilizarnos siempre en dos camionetas, tener contacto a través de teléfonos satelitales y maximizar la seguridad de las personas que participan en las campañas”. Las salidas de campo pueden extenderse desde pocos días hasta más de dos semanas, dependiendo de los objetivos y las etapas de cada investigación.

Trabajo colectivo y objetivos a futuro

Si bien el grupo reúne líneas de investigación diversas, se organiza en torno a objetivos comunes. “Tenemos objetivos grandes donde todos nos ponemos detrás, como todo lo que es difusión, divulgación y transferencia”, señaló el investigador, una lógica que también se refleja en la gestión de recursos, donde buscan “presentarnos como un bloque fuerte”.

Al mismo tiempo, cada integrante desarrolla su propio recorrido científico. “Cada uno desarrolla sus líneas de investigación, genera su propio nicho, pero siempre en conexión con esos objetivos más grandes”, explicó. Esta dinámica favorece la interacción cotidiana, el intercambio de herramientas y la circulación de conocimientos entre especialistas en distintas áreas. La formación continua es otro rasgo distintivo: “Permanentemente hay gente del grupo que está viajando afuera y eso trae conocimiento”, afirmó Báez, a lo que se suman seminarios semanales y espacios informales de intercambio que enriquecen el trabajo diario.

De cara al futuro, uno de los principales objetivos es consolidar el grupo, acompañar a quienes realizan sus tesis doctorales y fortalecer la producción científica. “Mejorar la producción, tanto en cantidad como en calidad, siempre es un desafío y un objetivo”, sostuvo. A ello se suma la profundización de las acciones de divulgación: “En los últimos años entendimos que es un camino fundamental para defender lo que hacemos, mostrarlo y hacerlo valer”. Finalmente, Báez remarcó la importancia de sostener la dinámica interna del grupo: “Eso no pasa solo, hay que traccionarlo, hay que sostenerlo en el tiempo.” concluyó.

Para finalizar la Dra. Mirta Fátima Quiroga, especialista en Volcanología, investigadora adjunta del IBIGEO (CONICET–UNSa) e integrante del grupo VOLGRYM, destacó la importancia del fuerte compromiso del grupo con la docencia universitaria como parte central de su funcionamiento y proyección.

Otro aspecto importante de los integrantes de nuestro grupo es que tienen un fuerte compromiso con la docencia universitaria”, señaló. En ese sentido, explicó que la mayoría de quienes integran VOLGRYM se desempeñan como docentes en la Universidad Nacional de Salta, no solo en el caso de los investigadores, sino también de postdoctorandos y becarios doctorales que ya están actuando como docentes en la UNSa.

Para Quiroga, este vínculo con la universidad pública representa una fortaleza estratégica en el contexto actual: “El vínculo con la universidad también es una fortaleza para nosotros porque es otra fuente de recursos y nos brinda soluciones logísticas para las actividades diarias de nuestro grupo”. Y concluyó: “Sin duda este vínculo con la universidad es fundamental para nuestro grupo, para VOLGRYM”.