El encuentro tuvo lugar en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, y fue organizado y coordinado por el Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP), el Área de Investigación de Salud Animal (AISA) del INTA y el CCT CONCET Salta Jujuy. Participaron del encuentro integrantes de las siguientes instituciones: Hospital Arturo Oñativia (Unidad de conocimiento Traslacional), Estación Experimental Agropecuaria (EEA - INTA), del CIAP – AISA, IBIGEO, IIACS INTA, Vinculación Tecnológica CCT Salta Jujuy y Vinculación Tecnológica del INTA .
La primera parte estuvo a cargo de la Dra. Macarena Galindez, quien inició su presentación en la reunión, es Medica especialista en endocrinología, actualmente subgerente del Hospital Arturo Oñativia. Su tema a desarrollar en la jornada se trató del “Trastorno por deficiencia de yodo” (humanos).
Galindez se basó en variados estudios en relación a mujeres gestantes (un tema el cual hoy en día conlleva ardua recopilación de datos), el 79,2 en el NOA no llegan a cubrir sus requerimientos diarios, encontrándose en ingesta insuficiente de yodo siendo más crítico en las provincias de Salta (98.9%), coexistiendo además con escasa yodación de las sales de distribución local.
“En cuanto al consumo de sal yodada la OMS, recomienda que la ingesta de sodio en adultos sea de 2 g./día - 5 g./día de sal. 5 gramos de sal aportan 75 a 100 microgramo de yodo igual a una cucharita de sal”, aportó la Dra.
Luego, la especialista en endocrinología comento que: “En el Hospital Oñativia, en el año 2013 se realizó un encuentro llamado “Semana internacional de la tiroides”, tuvo lugar en la plaza 9 de julio y se hicieron estudios a 344 personas, detectando una prevalencia de Bocio en un 13%, esto corresponde al agrandamiento general de la tiroides o puede ser el resultado de un crecimiento celular irregular que forma nódulos en la tiroides”.
Para finalizar, explicó: “Existe una necesidad de implementar en todo el país, un programa de DDI (Desórdenes por Deficiencia de Yodo), a fin de revertir este déficit, preservando el coeficiente intelectual de las futuras generaciones. Con igual expectativa de oportunidades para toda la población. Se considera también que a pesar de los considerables avances logrados, todavía queda mucho por hacer para garantizar que todos los niños y las niñas estén protegidos contra la principal causa en el mundo de daño cerebral, lo cual se podría prevenir. Todavía hay 38 millones de niños/as que nacen todos los años en peligro de sufrir un daño cerebral para toda su vida relacionado con la carencia de yodo”.
Posteriormente el Dr. Julio Cruz, Licenciado en Ciencias Biológicas y profesional adjunto del IBIGEO, explicó en su presentación: “Humedales del NOA. Efecto de los factores ambientales (dieta, yodo, y clima) sobre el eje tiroideo, la función endocrina y ciclos de vida de anuros” (animales y ambiente).
Cruz destacó que: “principalmente los desafíos a investigar son la variación de yodo en los charcos temporarios a lo largo de la estación lluviosa. Establecer la relación del yodo con los ciclos de vida de los anuros, los tipos de desarrollo, asimilación de los nutrientes de la dieta (e.g el rol de la microbiota intestinal), su vinculo con la diversidad y evolución de las especies”.
Por su parte, el Dr. en Ciencias Veterinarias é Investigador del INTA/CONICET, quien fue uno de los impulsores del seminario, Juan Micheloud, también brindó una charla denominada: “Avances sobre la carencia de yodo en animales de producción en el NOA” (animales).
El investigador explicó los efectos de los minerales sobre la viabilidad del conceptus: “El recién nacido (bovinos) se encuentra en un estado homeorrètico debido a las elevadas demandas del desarrollo. El parto y las primeras horas de vida suponen, una labor elevada para el animal por lo que ocurre un profundo estrés oxidativo”. Para finalizar, Micheloud también destacó: “El estatus mineral del recién nacido depende de la transferencia mineral “in utero” y el aporte del calostro y leche (vit. Liposolubles).