Bicentésimo segundo aniversario del paso a la inmortalidad del General Martín Miguel de Güemes

Martín Miguel de Güemes: El impacto social que genera, los fortines gauchos y los colores salteños

Una investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades (ICSOH/CONICET/UNSa), Andrea Villagrán, analiza distintas instancias y mecanismos sociales a través de los cuales Güemes fué edificado como héroe histórico y transformado en símbolo cultural de la salteñidad.


El Gral. Güemes y sus gauchos, 1912 - Óleo de Antoni Estruch, cuadro del Salón Güemes, colección del Museo Histórico del Norte - cabildo de Salta.
Fortines Gauchos en el frente del Cabildo de la provincia de Salta. Imágenes de la Dra. Andrea Villagrán.
"Los infernales" al pie del Monumento en los actos de
Los infernales
Los Infernales en desfile
Fogones en el monumento, la noche previa al 17 de junio

Las indagaciones focalizan sobre las narrativas históricas producidas en los primeros años del siglo XX, las  ceremonias conmemorativas que se organizan al cumplirse el primer centenario de su muerte en 1921,  la creación del monumento en su honor inaugurado en los años 30 así como las celebraciones anuales del 16 y 17 de junio que van a llevarse a cabo desde mediados de los 40.

La inquietud sobre  Güemes surge  cerca del año 2000, cuando se utilizaba la figura del prócer en los estampados de la comunicación oficial del gobierno de la provincia de Salta. “Este fue para mí el disparador cuando advertí  la presencia de la silueta estampada de Güemes en las paredes de la ciudad, acompañando la propaganda de las distintas obras públicas que se iban realizando, en la gestión del entonces gobernador de la provincia” analiza Andrea Villagrán. “Ese fue el  disparador y a partir de allí me concentré  en las resignificaciones y  usos políticos de la figura de Martín Miguel de Güemes, en el gobierno de Juan Carlos Romero”.

El Gral. Güemes y sus gauchos, 1912 - Óleo de Antoni Estruch, cuadro del Salón Güemes, colección del Museo Histórico del Norte - cabildo de Salta.

La inquietud sobre  Güemes surge  cerca del año 2000, cuando se utilizaba la figura del prócer en los estampados de la comunicación oficial del gobierno de la provincia de Salta. “Este fue para mí el disparador cuando advertí  la presencia de la silueta estampada de Güemes en las paredes de la ciudad, acompañando la propaganda de las distintas obras públicas que se iban realizando, en la gestión del entonces gobernador de la provincia” analiza Andrea Villagrán. “Ese fue el  disparador y a partir de allí me concentré  en las resignificaciones y  usos políticos de la figura de Martín Miguel de Güemes, en el gobierno de Juan Carlos Romero”.

Por su parte, la antropóloga comenzó a prestar atención a ese uso político de la imagen y figura de Güemes, evocadas gráfica y visualmente en la ciudad, y cómo aparecían las referencias explícitas en los distintos discursos oficiales del gobierno de la provincia. También se hizo eco de cómo los colores que acompañaban a la figura de Güemes,   el rojo y negro del  poncho gaucho, formaban parte de toda la comunicación gubernamental. “Había revistas de distribución gratuita que  llevaban los colores rojo y negro y se repartian casa por casa,  en ese momento los taxis de la ciudad empezaron a pintarse de la misma manera, se institucionaliza ese año el himno provincial que también se refiere a  la figura de Güemes en diferentes sentidos”, agrega Villagrán. En ese contexto la gestión gubernamental  hacía un uso instrumental de los sentidos y sentimientos movilizados por las referencias simbólicas, ligados a la pertenencia, las raíces culturales y la identidad gaucha de los salteños y salteñas.

 Imágenes que utilizaba el gobierno de la provincia en comunicaciones oficiales

 

Luego, en otra etapa,  mi recorrido de investigación se centró en analizar los usos y  construcciones sociales  de la figura de Güemes, poniendo en foco tres instancias: en primer lugar analicé las narrativas históricas locales que habilitan la reivindicación y reconocimiento de la gesta heroica de Güemes . La producción de Bernardo Frías es paradigmática en ese sentido. Posteriormente trabajé con las  conmemoraciones públicas al cumplirse el primer centenario de su muerte y cómo eso habilitaba un clima singular de resignificación de la figura, momento en donde empiezan a darse condiciones propicias para recuperar la imagen de Güemes en otra clave y en un sentido más amplio- desplazándolo del lugar específico de héroe de la gesta emancipatoria y prócer de la Independencia-, para permitir la transmutación de figura histórica a símbolo cultural”, a símbolo identificatorio de un “modo de ser local”, de la “cultura” local y la “salteñidad” -en consonancia con una recuperación del gaucho y su resignificación como símbolo nacional-. Es a través de esta operación que Güemes deja de estar anclado en la historia para integrarse significativamente al presente como pasado vivo,  sostiene Villagrán.

Por su parte, la antropóloga comenzó a prestar atención a ese uso político de la imagen y figura de Güemes, evocadas gráfica y visualmente en la ciudad, y cómo aparecían las referencias explícitas en los distintos discursos oficiales del gobierno de la provincia. También se hizo eco de cómo los colores que acompañaban a la figura de Güemes,   el rojo y negro del  poncho gaucho, formaban parte de toda la comunicación gubernamental. “Había revistas de distribución gratuita que  llevaban los colores rojo y negro y se repartian casa por casa,  en ese momento los taxis de la ciudad empezaron a pintarse de la misma manera, se institucionaliza ese año el himno provincial que también se refiere a  la figura de Güemes en diferentes sentidos”, agrega Villagrán. En ese contexto la gestión gubernamental  hacía un uso instrumental de los sentidos y sentimientos movilizados por las referencias simbólicas, ligados a la pertenencia, las raíces culturales y la identidad gaucha de los salteños y salteñas.

Luego, en otra etapa,  mi recorrido de investigación se centró en analizar los usos y  construcciones sociales  de la figura de Güemes, poniendo en foco tres instancias: en primer lugar analicé las narrativas históricas locales que habilitan la reivindicación y reconocimiento de la gesta heroica de Güemes . La producción de Bernardo Frías es paradigmática en ese sentido. Posteriormente trabajé con las  conmemoraciones públicas al cumplirse el primer centenario de su muerte y cómo eso habilitaba un clima singular de resignificación de la figura, momento en donde empiezan a darse condiciones propicias para recuperar la imagen de Güemes en otra clave y en un sentido más amplio- desplazándolo del lugar específico de héroe de la gesta emancipatoria y prócer de la Independencia-, para permitir la transmutación de figura histórica a símbolo cultural”, a símbolo identificatorio de un “modo de ser local”, de la “cultura” local y la “salteñidad” -en consonancia con una recuperación del gaucho y su resignificación como símbolo nacional-. Es a través de esta operación que Güemes deja de estar anclado en la historia para integrarse significativamente al presente como pasado vivo,  sostiene Villagrán.

La otra instancia que analizó la investigadora  tiene que ver con las celebraciones que se realizan anualmente en el parque donde está emplazado el monumento a Güemes,  posterior a su inauguración que tiene lugar en 1931,  las ceremonias conmemorativas oficiales van a convocarse allí. “. Los actos públicos en homenaje a Güemes, desde mediados del siglo XX, van a desarrollarse en torno a dos momentos, la instancia de los fogones, que se llevan a cabo el  16 de junio por la noche y el desfile de gauchos de la  mañana del  día 17, éstas dos instancias de celebración tienen características muy  particulares aunque se integran en una única celebración.  La celebración de la noche, “los fogones”, tienen un tono festivo y popular, la gentes canta y baila alrededor de los leños encendidos, donde se toca música folklórica en un ambiente que recrea  el espacio rural -caballos, monturas, estandartes, fardos de alfalfa, trajes de gaucho y demás enseres de campo- más de cien “fortines gauchos”, con decenas de integrantes que viajan desde distintos puntos y regiones de la provincia para participar, tienen gran centralidad en este modo de homenaje  .

El desfile que se lleva adelante desde la mañana temprano se estructura bajo un formato que contrasta fuertemente con la noche que lo precede. Se trata de un ordenamiento riguroso y jerarquizado. Hay un estricto control del orden, de la indumentaria y los trajes. Se diferencia claramente entre autoridades ubicadas en el palo, público espectador y participantes, y esa división se efectiviza a través de sogas, vallas y control policial. Los participantes hacen su aparición agrupados por instituciones de pertenencia. Participan además de los fortines gauchos, instituciones educativas, asociaciones tradicionalistas y las fuerzas de seguridad. Estos desfilan al ritmo de las marchas militares durante las más de tres horas que dura generalmente  esa instancia de la celebración, que se abre con el Tedeum religioso, el izamiento de banderas y un acto a través del cual el gobernador es depositario y custodio durante la ceremonia de insignias que pertenecieron al Gral. M.M. de Güemes.  ¿Cómo se articulan esas dos modalidades de celebración, para conmemorar y crear sentido sobre el protagonista y sostener una serie de principios que permiten la identificación?

El proceso de apropiación de la figura de Güemes es muy complejo, tiene inflexiones en diferentes momentos del siglo XX y se extiende hasta el presente, en donde sigue siendo objeto de disputas y de apropiaciones desde distintos sectores y grupos de la sociedad, comenta la Dra. Villagrán y agrega:“ Lo que resulta interesante es preguntarse cómo es posible la apropiación de la figura en claves diferentes, para la identificación de grupos populares y subalternizados -que ven en Güemes al “padre y defensor de los pobres” y para la legitimación de grupos y sectores dominantes que se arrogan la misión de custodiar “la tradición” y se posicionan como herederos de las glorias del pasado. El héroe gaucho y lo que representa habilita la  identificación de  peones rurales y campesinos sin tierra que se autodefinen como gauchos verdaderos y auténticos. Así mismo,  también lo hacen los gauchos terratenientes,  “patrones” y propietarios de fincas quienes se referencian en las raíces gauchas y el legado del Gral. Güemes.  De cierta manera, la vigencia y la fuerza de esta figura en el presente descansa en el carácter múltiple y ambivalente que ha ido condensando,  en su transmutación como símbolo, en las disputas y pasiones que aviva,  en el potencial movilizador que contiene Todo lo cual se inscribe en un vínculo muy singular del pasado local y la producción y recreación de narrativas y discursos de identidad.

La mirada de Güemes desde sectores no tan populares y el valor de la identidad..

En los sectores más poderosos Güemes era referenciado con una imagen de un señor propietario de tierras, en la historiografía local está muy clara. En la historiografía más tradicional, sobre todo en el tipo de resignificación de la figura de Güemes que va llevar adelante Bernardo Frías a principios del siglo XX, Güemes es asimilado como hijo de la clase aristócrata americana, puesto en el lugar de de ese sector social, es puesto a la par, relata la antropóloga y explica: “En los relatos de los de los gauchos y de los sectores populares, Güemes puede ser significado de uno igual a ellos, éstas tensiones y aparentes contradicciones son la clave de la polisemia que articula la imagen, que luego puede es transformada en un símbolo cultural, que puede ser abstraído de esas tensiones de clase y de grupos sociales para transformarse en un referente de una identidad salteña que ancla sobre las raíces gauchas identificadas con un sector social y empieza a enunciar valores tienen que ver con la tierra, con la naturaleza, con el paisaje y, de ese modo la figura es desplazada del ámbito de las tensiones y los conflictos, para ser  colocado en el ámbito de las de las raíces culturales. 

 

Serie documental de Martin Miguel de Güemes, producida por el Instituto de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades (ICSOH), cargo de investigadoras/as, y personal de la UNSa.

 

En el año 2021, el Proyecto de Unidad Ejecutora "Territorialidad y Poder. Conflictos, exclusión y resistencias en la construcción de la sociedad en Salta" del ICSOH realizó una serie documental de siete capítulos llamada "Martín Miguel de Güemes entre la Historia y la Ficción".

En espacios y edificios de gran importancia para la historia sociocultural de Salta, investigadoras e investigadores desarrollaron temáticas relacionadas con la vida y el legado de Güemes, a partir de sus trabajos de investigación.

Participaron: Sara Mata, Bárbara Aramendi, Gabriela Caretta, Isabel Zacca, José González Romano, Graciela Balestrino, Marcela Sosa e Irene López.

 

Para ver todos los episodios: https://www.youtube.com/playlist?list=PLP_qYKbiFNkDqRyfsCpbwhGRif_Yi0P3x