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BIOLOGIA Y BIODIVERSIDAD
Un pequeño gigante en el Chaco: un hallazgo de una nueva especie de pez, clave para la biodiversidad argentina
Especialistas del CONICET junto a un equipo de trabajo de diversas instituciones, fueron parte del reciente descubrimiento de identificación de “Titanolebias calvinoi”, un nuevo pez killi gigante hallado en los humedales temporarios del Parque Nacional Chaco. El hallazgo, revela la riqueza oculta de estos ecosistemas chaqueños y refuerza la urgente necesidad de conservarlos.
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Un equipo interdisciplinario de investigadores y guardaparques han identificado una nueva especie de pez killi gigante en los humedales temporarios del Parque Nacional Chaco. Bautizada como Titanolebias calvinoi, esta especie aporta conocimientos inéditos sobre la biodiversidad del Chaco Argentino y subraya la importancia de conservar estos ecosistemas frágiles y cada vez más amenazados. La investigación fue liderada por Felipe Alonso, investigador del IBIGEO-CONICET y de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Salta y contó con la colaboración investigadores de otros Institutos y Universidades públicas argentinas y de la Administración de Parques Nacionales.
La nueva especie de killi “gigante” fue vista por primera vez en junio de 2023, por un guardaparques, una bióloga y un, por entonces, miembro del directorio de Parques Nacionales en el Parque Nacional Chaco, en el norte argentino. Allí, en una zanja que se estaba secando al costado de un camino, en un sector de humedales estacionales en un ambiente boscoso con predominancia de quebrachos colorados conocido como "La Ralera", hallaron estos peces mientras observaban aves de noche. Posteriormente, el material se expuso a especialistas, quienes sospecharon que se trataba de una especie nueva para la ciencia por el patrón de coloración único que presentaban los ejemplares en cuestión.
“No todos los días se descubre una especie nueva, y mucho menos un pez de este porte viviendo en un charco temporario”, expresó Alonso. Según el investigador, el descubrimiento fue completamente inesperado: “Encontrar un pez killi gigante oculto en los humedales del Chaco nos tomó por sorpresa y nos demuestra que en lugares poco explorados aún hay maravillas por descubrir”.
El descubrimiento fue resultado de una colaboración interinstitucional entre científicos y organismos del Estado. “Este descubrimiento pone también en valor el trabajo interinstitucional de los organismos del Estado como el CONICET y la Administración de Parques Nacionales e invita a reflexionar sobre lo importantes que es ponderar a sus trabajadores y a las agencias estatales de ciencia y técnica y conservación para avanzar en el conocimiento de la biodiversidad y poder mejorar sus estrategias de conservación”, concluyó el investigador del IBIGEO.
Por su parte, los guardaparques Matías J. Almeida, Malena Maroli (Parques Nacionales) y Francisco González Táboas (Aves Argentinas), protagonistas del hallazgo inicial, destacaron el valor emocional del momento. “Como guardaparques o naturalistas, no podemos describir con palabras la emoción que sentimos”, aseguraron. Y añadieron: “Más que un orgullo, es un sueño que la curiosidad por el mundo natural y el privilegio de habitar y cuidar entornos preservados como los Parques Nacionales hayan dado lugar a un hallazgo tan significativo, dan fe de que la biodiversidad no deja de maravillarnos. Este registro es de todos los que creemos en la conservación, en la ciencia y en la esperanza de que aún queda mucho por conocer y proteger”.
Un gigante entre los killis
El nuevo pez pertenece al género Titanolebias, conocido por incluir a los killis de mayor tamaño corporal. Mientras que la mayoría de los killis adultos mide entre tres y cinco centímetros, especies de este género como Titanolebias elongatus y T. monstrosus, pueden alcanzar hasta 15 centímetros de longitud estándar (sin contar la aleta caudal). La nueva especie, T. calvinoi se suma a este grupo de “gigantes”, alcanzando los 10 cm. de largo estándar y representa la primera especie del géneroregistrada en la región del chaco húmedo o chaco oriental, ampliando así notablemente la distribución geográfica conocida del grupo.
El nombre específico, calvinoi, rinde homenaje al ictiólogo y educador Pablo Andrés Calviño, por su destacada labor científica, educativa y de divulgación en torno a los killis de Sudamérica.
Adaptaciones sorprendentes en un hábitat extremo
Los killis estacionales —también conocidos como peces anuales— están adaptados a vivir en ambientes efímeros, como charcos y humedales temporarios que se secan completamente durante parte del año. Su ciclo de vida se caracteriza por un crecimiento acelerado, una madurez sexual temprana y la producción de huevos resistentes a la desecación, capaces de permanecer en un estado de diapausa hasta el regreso de las lluvias.
Sin embargo, esta especialización extrema también los convierte en especies altamente vulnerables. Las actividades humanas, como la expansión agrícola, la deforestación, la canalización de cursos de agua y el cambio climático, amenazan directamente estos hábitats. En Argentina, 18 especies de killis estacionales han sido reconocidas, de las cuales más de la mitad se encuentra bajo algún nivel de amenaza de extinción. Dos están en peligro crítico, dos en peligro y seis en estado vulnerable.
Frente a este panorama, el hallazgo de Titanolebias calvinoi representa un punto de inflexión. “Este pez es como un pequeño embajador de los humedales donde vive”, reflexiona Alonso. “Su presencia nos recuerda que incluso los charcos más modestos pueden albergar formas de vida únicas. Si perdemos esos humedales, perdemos especies como T. calvinoi antes incluso de conocerlas. Protegerlos es un deber impostergable y esta especie puede servir para llamar la atención sobre estos ambientes y la necesidad de protegerlos”.
Conservación: un desafío urgente
El descubrimiento refuerza el rol fundamental que cumplen las áreas protegidas como refugios de biodiversidad. Aunque encontrar una nueva especie dentro de un parque nacional es alentador, los especialistas insisten en la necesidad de establecer estrategias específicas para preservar los humedales temporarios y mantener su dinámica natural de inundación y sequía.
Asimismo, señalan que es prioritario continuar investigando aspectos ecológicos, genéticos y conductuales de la nueva especie, para evaluar su capacidad de adaptación frente a los desafíos ambientales que se avecinan.
Los científicos detrás del hallazgo:
El estudio fue liderado por Felipe Alonso, investigador del Instituto de Bio y Geociencias del NOA (IBIGEO-CONICET) y de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Salta. Participaron también Guillermo Enrique Terán y Baltazar Bugeau (CONICET–Fundación Miguel Lillo, Tucumán), Wilson Sebastián Serra (Museo Nacional de Historia Natural, Uruguay), Marcos Martin Waldbillig (CONICET–Universidad de Buenos Aires), Martín Miguel Montes y Marina Ibañez Shibamukuro (CEPAVE-CONICET, La Plata). Todos los anteriores además miembros de la Fundación Killifish. También participó Francisco González Táboas (Aves Argentinas), y de la Administración de Parques Nacionales, Malena Maroli (Parque Natural Provincial Islas y Canales Verdes del Río Uruguay) y Matías Jesús Almeida (Parque Nacional El Impenetrable).